¿COMPRAR UNA VIVIENDA O REFORMAR INTEGRALMENTE?

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Cualquiera de las elecciones ha de ser una experiencia positiva. ¿Una experiencia traumática? Puede evitarse teniendo en cuenta una serie de consejos.

  1. Reformar con un presupuesto real.

El primer error que cometemos en una reforma es el de no acotar en el presupuesto inicial hasta el último gasto. Por ello se debe tener en cuenta desde las grandes partidas hasta otras más insignificantes como picaportes o luminarias. Estas últimas son cruciales para que una vivienda resulte práctica y confortable.

No debemos aceptar modificaciones sobre lo planteado sin cuantificarlo con exactitud. Suele pasar con cambios de pequeñas dimensiones.

También ocurre cuando pagamos la totalidad del proyecto de reformar quedando partidas aún pendientes, bajo un acuerdo informal de arreglarlo más tarde. Es una desviación del presupuesto que nos puede sorprender.

Los pagos deben dividirse en tres partes; la primera al comienzo de la obra, la segunda durante el transcurso de esta y el último una vez se hayan finalizado todos los trabajos de reformar. Cualquier gasto extra debe estar integrado en una de las tres.

  1. Al reformar hay que tener en cuenta imprevistos.

Uno de los imprevistos más comunes con los que te puedes encontrar, sobre todo en viviendas antiguas, son los desniveles de techos y paredes. Es algo que no es fácil de detectar y que puede ocasionar un buen susto a la hora de rematar la obra y colocar la carpintería. Tuberías que se rompen al cambiar azulejos, reforzamientos de estructuras o paredes que precisan doble aislamiento para no escuchar al vecino cada mañana, son otras incidencias que podemos predecir en una reforma.

Sin adivinar el futuro ha de prevalecer el refrán “más vale prevenir que curar”. Una partida económica para posibles imprevistos que haya que solucionar obligatoriamente. Entre un 10% y un 20% nos permitirá tranquilidad durante el proceso.

  1. Reformar: Estética versus funcionalidad.

Reformar.

También se pueden construir con la llamada tabiquería seca.

La comodidad debe ser el principio al reformar. Una buena carpintería exterior, invertir en calefacción y climatización y, en general, en aislamiento térmico y acústico, deben ser aspectos fundamentales para tener en cuenta.

Lo más importante al reformar es ser realista con las necesidades y el presupuesto. Hay que jerarquizar y tratar de buscar las mejores calidades que puedan costearse, sin expectativas inalcanzables.

  1. Reformar: Imágenes y referencias de Internet.

Internet puede ser una herramienta eficaz e imprescindible para cualquier proyecto de reforma. Nos ofrece imágenes para muchas ideas que tenemos en la cabeza gracias a su búsqueda inteligente, pudiendo dar incluso una versión mejorada de lo que teníamos… Pero también ilusoria.

A menudo, se trata de objetos que forman parte de un set decorativo en una revista, de productos no disponibles en nuestra área –ni de manera online– o prohibitivos por su precio. Debemos tomarnos estos ejemplos como inspiraciones que nos ayudan a crear nuestro estilo propio.

  1. Reformar: Los plazos de entrega.

Es imprescindible dedicar tiempo a la fase de diseño: cuanto más definido esté el proyecto antes de comenzar la obra, más fluido resultará el ritmo de esta.

Si necesitamos entrar a vivir en una fecha concreta sin posibilidad de dilatarse el trabajo en el tiempo, debe establecerse como una cláusula en el contrato de obra.

Normalmente, se suele dar un plazo mínimo y un máximo de entrada. Es mucho mejor trabajar sobre máximos y pensar en un plan B de logística para cualquier eventualidad.

  1. Reformar: Dejarnos asesorar.

En una reforma, es importante confiar en la experiencia del contratista o arquitecto. El cliente ha de tener su visión esencial, pero ha de dejar espacio a los profesionales en el asesoramiento estético, técnico y de ejecución.

Lo más importante es ponerse en manos de un buen profesional y que este le guíe en sus gustos y necesidades personales; pero sobre todo confiar y dejar que lleve el peso de todo el proceso y engorro que conlleva una reforma.

  1. Reformar: Ideas poco claras y dejarse llevar.

Es muy común tomar decisiones desafortunadas que puedan acabar condicionando el día a día. Hay que tomarse algo de tiempo para analizar cuáles son tus verdaderas necesidades y transmitírselas íntegras al profesional para que realice un proyecto a tu medida es la base de todo. Está bien comentarlo después, sin perder de vista las ideas reflexionadas.

  1. Reformar: Hay que guardar tickets de compra y contratos de garantía.

Durante la reforma, buscarás multitud de ofertas online entre páginas web de stocks y rebajas, y lograrás así un ahorro importante en partidas esenciales como los electrodomésticos de la cocina. Eso es una ventaja… A medias. Recuerda que no puedes probarlo hasta que los recibas y que, por el desplazamiento que ejecutan terceros, estos objetos pueden llegar defectuosos o erróneos.

Para cualquier cambio o reclamación necesitarás siempre la factura o el tiquet de compra, y no olvides hacer una foto tanto del producto como del embalaje antes de su puesta en marcha. Siempre se han de probar en el período de garantía, porque después será difícil hacer cualquier cambio.

  1. Reformar: Precisar lo importante.

Si queremos ajustar nuestro presupuesto, es mejor prescindir de cuestiones meramente estéticas por las estructurales. Se puede vivir con un suelo o un baño que no se ajusta completamente a tu gusto personal, pero lo que es imprescindible es distribuir el espacio acorde a las necesidades de cada uno.

El esqueleto es esencial, siempre habrá tiempo de cambiar la piel en el futuro sin afectar a lo demás.

  1. Reformar: Comprar muebles después de la reforma.

Aunque tengamos muy claro cómo queremos la distribución de cada habitación a través de un render o simulador digital, el resultado final puede distar mucho de la idea original, y al final nos quedamos con muebles que no caben o no encajan bien.

  1. Un diseño para nuestro plan de vida.

Si se trata de una vivienda de primera residencia, debemos tener en cuenta si en un futuro pensamos aumentar el número de personas que la compartan o bien alquilarla. Los ambientes diáfanos tipo Lot son recomendables para viviendas de pareja que no precisen una futura remodelación. Si, en cambio, queremos incorporar un dormitorio infantil o para personas que tengamos a nuestro cargo, tendremos que seccionar el espacio con tabiques que pueden ser incompatibles con armarios empotrados y estanterías de obra.

  1. Reformar: Una distribución mental del espacio.

El lugar que ocupen puntos de luz, por ejemplo, precisa un tiempo de reflexión, para saber bien qué vamos a necesitar y la funcionalidad que deseamos para la vivienda.

Cada vez disponemos de más dispositivos electrónicos móviles que terminan acumulados en antiestéticos alargadores y regletas, algo que puede evitarse si lo programamos con antelación.

  1. Reformar: Solicitar varios presupuestos.

El éxito de una reforma se basa en la confianza y la profesionalidad que depositemos en la persona que lo lleve a cabo. Por ello, decidir quién lo va a ejecutar es la parte más importante de todo el proceso.

El proceso de selección de los profesionales no ha de estar guiado en exclusiva por el aspecto económico. Hay que buscar antes referencias y asegurarte de que sean buenos profesionales, serios y con personal suficiente para llevar la obra a cabo a tiempo.

Se recomienda contar con un mínimo de tres propuestas de proyecto y un encuentro formal en persona con cada uno de los posibles candidatos. Estudiar bien el diseño, el presupuesto y la profesionalidad de cada uno es fundamental, contrastando esta última con referencias de trabajos asumidos en su estudio. Además, si es posible, es recomendable contactar con los propietarios para conocer de primera mano su experiencia, más allá de fotos que nos proporcionen.

  1. Reformar: Atentos y seguir la evolución de la reforma.

El cliente debe implicarse de forma muy activa, sobre todo, en la fase de toma de datos, dando un relato detallado a los interioristas durante el proceso de diseño para que este sea certero.

  1. Reformar: Hay que disfrutar del proceso

Ha de ser un proceso enriquecedor que nos ilusione si se organiza de manera adecuada y nos adelantamos a los problemas que pueda surgir en el camino.

Es el momento de sacar nuestro lado creativo y construir nuestra casa desde cero en cada detalle. Será tu futuro hogar, y puedes diseñarlo –casi– como quieras.

 

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2022-11-21T19:14:04+01:00 Dilluns, 21 de novembre de 2022|AÏLLAMENT, Noticies|